Blog de Manuel Saravia

Demasiadas entidades, demasiado descoordinadas

Múltiples propuestas de desarrollo económico municipal

Si analizamos la forma en que la mayoría de los ayuntamientos enfoca los objetivos de desarrollo económico y de empleo (que suelen ir asociados, aunque no siempre), llama la atención, en primer término, su multiplicidad. Una entidad se encarga del suelo y otra del turismo. Aquélla de atraer empresas y otra más de la “internacionalización” de la economía local. Una del Empleo, otra de la Formación y otra del Comercio. Y otra más de la planificación estratégica, otra de la logística, y aún otra del planeamiento urbanístico. Una de la “aglomeración” o “área metropolitana” y una más de la “Innovación”. Agencias, Consejos, Sociedades, Consorcios o Empresas (públicas o semipúblicas) se acumulan en una amalgama de instituciones que tiene todo el aspecto de resultar muy costosa.

A poco que nos adentremos en las instituciones municipales salta a la vista este asunto. Por citar un caso, pueden verse las gerencias, institutos, patronatos, fundaciones y “entidades públicas empresariales” y “sociedades privadas municipales” del Ayuntamiento de Barcelona. En el de Madrid esta proliferación es impresionante. Son ayuntamientos grandes; pero si vamos a otro pequeño, las entidades creadas siguen siendo numerosas y, en general, escasamente articuladas. En Calahorra (tomado casi al azar) tienen el mismo rango la Agencia de Desarrollo y las Escuelas Taller. En el Ayuntamiento de Córdoba hay un Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo (IMDEEC), un Consorcio de Turismo y una entidad para el desarrollo comercial, Comercio-Córdoba (con el Consejo Asesor de Comercio). Pero no sólo sucede en España. En las web de otros ayuntamientos europeos que hemos podido consultar el panorama no es muy diferente. En muchos ayuntamientos gobernados por la izquierda o los verdes vemos igualmente la existencia (o reciente creación) de entidades públicas para favorecer el empleo, desde luego, pero también el desarrollo económico general del municipio. Una “Plataforma de iniciativas locales” en Arles, una “Agencia para la Difusión de la Información Tecnológica” y una “Guía práctica para la Creación de Empresas” en Seine-Saint-Denis; y una Agencia de Desarrollo en Val-de-Marne, por citar tres casos próximos.

Parece necesario unificar. Sobre todo para coordinar criterios, conseguir coherencia en las actuaciones y, algo mucho más importante, establecer equilibrios entre los pesos de unas y otras inversiones, gastos, ayudas, etc. Si el conjunto de entidades municipales se hace depender de una sola (en Rivas Vaciamadrid, por ejemplo, hay incluso una Consejalía de “Desarrollo económico y de empleo”) es más fácil distribuir el peso de la actuación pública entre promoción del desarrollo empresarial y defensa de los empleos existentes, cuidar la implantación de grandes empresas frente al impacto que pueden causar en el pequeño tejido existente, atender a la innovación sin perder de vista la defensa de actividades tradicionales, poner la vista en el exterior (la internacionalización) sin infravalorar el servicio interior, etc.

(Imagen: Vista aérea del polígono industrial de Villadangos del Páramo, en la provincia de León, procedente de El Mundo-Castilla y León)

 


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