Blog de Manuel Saravia

Donde estaba el primitivo castillo medieval de Valladolid

(Hilo 34). Antes de desarrollar el proyecto de intervención en las instalaciones municipales de San Benito (para el que se ha pedido financiación del Programa Pirep, con fondos europeos), se ha considerado conveniente realizar una excavación arqueológica que contribuya a la localización y caracterización de los restos del Alcazarejo, como se conoce al primitivo castillo medieval de Valladolid. Unos restos que se encuentran bajo el Patio de la Hospedería del antiguo Monasterio de San Benito el Real.

Hace algunas semanas se ha adjudicado el contrato de Obras de Excavación Arqueológica en el Patio Central del Monasterio de San Benito a la empresa Estudio de Arqueología Foramen SL, que deberá ejecutarlo en el plazo de dos meses. La empresa ha presentado el proyecto, que se ha trasladado a la Comisión Territorial de Patrimonio para su aprobación. Un proyecto en el que se informa, como antecedentes, de las excavaciones realizadas aquí en los años 80 y 90, y que ya “descubrieron parte de estas estructuras y permitieron conocer la importancia y tamaño de los restos que aún permanecen enterrados en este lugar”. Pues en este lugar había una fortificación desde, al menos, el siglo XII, y que ya en el XIII se denomina “castillo viejo”. (Era viejo en el siglo XIII: no somos nadie).

Pero el “gran edificio renacentista de la segunda mitad del siglo XVI” lo “destruyó y fosilizó”, según se dice en la memoria del proyecto. Aún así, se ha podido caracterizar el viejo castillo. Tenía planta cuadrada, de solo 31 m de lado (pequeño; aunque pequeños eran todos: el de Montealegre, que parece grandísimo, solo tiene unos 50 m de lado). Se defendía con ocho cubos: cuatro semicirculares en los entrepaños y otros cuatro “ultrasemicirculares” en las esquinas. Contaba con foso y barbacana. Y después, según continúa la memoria del proyecto, “el recinto cedido a los monjes en 1390 debía ser utilizado hasta entonces como almacén, ya que el rey ordenó vaciar la bodega”. Cuando entró la comunidad monástica, en un primer momento se construyó una capilla “donde bate el agua del esgueva”. Pero ya en 1702 se eliminó por completo el alcazarejo para completar el Patio de la Hospedería. Se acabó.

Y como quiera que las estructuras arqueológicas identificadas hasta ahora son escasas, se quiere, con la nueva excavación, intentar ahora documentar mejor la planta general de los muros exteriores del Alcazarejo que aún se conserven en el interior del Patio de la Hospedería. Excavaciones, sondeos estratigráficos, fichas, planimetría, fotografías, elaboración de la «Matriz Harris” o secuencia estratigráfica, y documentar al detalle, el cuidado y la conservación del material arqueológico hallado en la intervención.

(Imagen: El Alcazarejo en el patio. Según uno de los dibujos del proyecto).


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