Blog de Manuel Saravia

En suelo urbano es un asunto municipal, pero fuera es complicado

Análisis breve de las competencias municipales sobre movilidad urbana y sobre viario

El Ayuntamiento tiene amplias competencias sobre movilidad urbana y sobre viario. Aunque ambas cuestiones van de la mano, conviene no confundirlas. Por un lado, el Ayuntamiento tiene la obligación de definir las características de sus vías, que habitualmente se hace en los documentos urbanísticos (en el plan general y otros). Por otro, también tiene que regular las posibilidades de moverse, andando o con vehículos, por esas vías (atendiendo a las competencias de “ordenación del tráfico de vehículos y personas en las vías urbanas” y de “transporte colectivo urbano de viajeros”). Todo ello lo hará “en las vías urbanas de su titularidad”. En las que discurren por su término municipal, pero son de la Diputación, la Junta o el Estado, las decisiones les corresponden a esas administraciones. Y aunque hay fórmulas para llegar a acuerdos cuando se produzcan conflictos, priman las decisiones no municipales. Y como bien sabemos, la ordenación de los aparcamientos, la vigilancia (por medio de agentes propios), la posible inmovilización de vehículos, transporte de mercancías peligrosas, etc., también entra en sus competencias.

Por tanto, sobre este asunto hay que saber y, en lo que corresponda, decidir: 1º. Conocer el viario de otras administraciones, y sus exigencias (de todo tipo: incluidos aeropuertos y ferrocarriles y, en su caso, canales). 2º. Definir el viario propio de la ciudad, con sus características, incluso aparcamientos (plan general de ordenación urbana y otros planes menores). 3º. Establecer una pauta de movilidad en ese viario: qué móviles (tanto personas como vehículos, y recordar discapacitados) pueden moverse por qué lugares (plan de movilidad, ordenanza ORA, etc.). 4º. Específicamente, determinar la forma de satisfacer el transporte público urbano (en gestión directa o indirecta; y sector del taxi). 5º. Determinar el sistema de vigilancia de la movilidad. Y aunque no sea específicamente el objeto de este tema, conviene tener una idea de cuál ha sido la inversión realizada en los últimos años por las distintas administraciones en viario y tráfico, y cómo se ha realizado el mantenimiento y la conservación de lo existente. Las competencias se pueden ejercer de muchas maneras. Y una queja reiterada de los municipios es, desde hace años, la falta de recursos para atender a sus obligaciones.

(Imagen: Acera, calzada y carril bici en la calle de Santa María de la Cabeza, Valladolid. Foto: MS).


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