Blog de Manuel Saravia

Escritos en la arena

En qué consiste este blog que ahora se inicia.

Este blog que el lector tiene en sus manos es, como el arado, el martillo, el mapa o el ordenador, una herramienta de trabajo. Está pensado para ayudar a la construcción compartida del programa que Izquierda Unida presentará a las elecciones municipales de 2011 en Valladolid. Lo maneja IUValladolid para cuidar de su buen uso, lleva el nombre de su candidato a la alcaldía, pero está abierto a toda la gente de la ciudad. Pues tal es su objetivo y para eso mismo se diseña: facilitar la redacción de un programa abierto, muy abierto, desde el primer momento (abierto a todo: a todo el mundo, a todos los comentarios, también a las críticas, a las aportaciones de todo tipo). Un blog, en definitiva, que se quiere ampliamente participativo. 

Y ésa es la razón también de su programada corta vida: una vez concluido el programa y realizados los comicios (comicios: bonita palabra que al parecer procede de comitium, lugar de asamblea, y ésta de coire: ir juntos: ¿no es significativo?); pues una vez realizados los comicios, decíamos, este blog perderá su función, y se autodestruirá. Quedará tan solo como documento, sin nuevas entradas. Nace con el verano, morirá con la primavera. Por eso hemos titulado así este post: “escritos en la arena”, textos presentados en un lugar común y ampliamente accesible, pero de vida corta porque sólo nos valen para trabajar e ir dando forma al programa definitivo. Y este último, por el contrario, sí tendrá más duración: tanta, al menos, como la legislatura. Pues plasmará el compromiso que en su momento adquiera IUValladolid con la ciudadanía. Y tal obligación ha de quedar escrita, firmemente grabada.

El blog se va a organizar, en principio (en los primeros meses, pues en los últimos aparecerán nuevos bloques en él), en seis categorías, agrupadas de dos en dos, aparte de la general. Pero empecemos por la última (la general). Bajo el epígrafe “Este blog”, se explicará el contenido de cada apartado, se aclarará el funcionamiento de la participación y se expondrá el ideario y su fundamentación en los derechos. Cualquier aspecto que se refiera al funcionamiento del blog se acomodará en esta sección.

El título con que englobamos las dos primeras categorías (“Día a día” y “En defensa propia”), que no aparece en el blog, pero está implícito, es “La esperanza distraída”: luego lo comentamos. En la denominada “Día a día” se comentarán noticias, hechos de actualidad. No sólo de carácter estrictamente político. Pues un programa que se precie ha de estar al día. Responderá, sin duda, a un ideario de largo recorrido, pero también ha de comprometerse con las distancias cortas, a responder a otros hechos menudos y dispersos, a organizar también, podríamos decir, trenes de cercanías. Leeremos, por tanto, esas noticias desde la perspectiva del programa que se va formulando, o ajustaremos ese mismo observatorio de la realidad política, que también es el programa, cuando queden fuera.

Los contenidos del epígrafe “En defensa propia”, se prevé que correspondan expresamente a ese mismo título. Que sirva para actuar, cuando fuera necesario, en legítima defensa. Pues siempre hay noticias que son más que noticias, y posiblemente encontremos también situaciones urbanas o nos den informaciones en alguna reunión que, por su impacto o su carácter, deban considerarse en sí mismas como agresiones ilegítimas que exijan defensa explícita, específica y separada. Ya veremos.

Esta categoría, junto a la anterior, las consideramos integradas dentro de un capítulo titulado, como dijimos, “La esperanza distraída”. Esta denominación viene sugerida por un poema de Ángel González, titulado “Todo se explica”, que comienza así: “La esperanzan –antes tan diligente- / no viene a visitarnos hace tiempo. / Últimamente estaba distraída. / Llegaba siempre tarde…” Se trata, es obvio, de centrar un poco más la atención de esa muchacha tan atolondrada, la esperanza, evitando andar siempre diciendo que nos ha abandonado. “Hace ya tanto tiempo que no viene, / que hasta llegué a pensar: ¿si se habrá muerto? / Después caí en la cuenta / de que los muertos éramos nosotros”. Ahí está: tenemos la obligación de entretener y motivar a esa esperanza, y contradecir al poeta, haciéndole ver que en modo alguno estamos muertos. Todo lo más, también algo distraídos.

Los dos capítulos siguientes, que se agrupan bajo la denominación “Viveros” (en algún borrador dijimos: “Manantiales”) se refieren a las fuentes del programa. No las únicas, pero sí fundamentales. Por un lado, en la categoría “En la sede”, se recogerán los acuerdos de la Asamblea local de IUValladolid que afecten de alguna forma a los contenidos del programa. Es obvio que son la base de nuestras propuestas. Y en la otra categoría, “Una mesa y un café”, se insertarán resúmenes de las reuniones que se vayan manteniendo con asociaciones, instituciones y grupos de Valladolid o de los municipios del entorno. O de la “gente otra” (una denominación más abierta no puede haber). Siempre, naturalmente, con la conformidad previa de los afectados.

Después encontramos otras dos categorías, bajo el título general de “Programa en construcción” (que, como sucedía en los casos anteriores, tampoco aparece en el blog, para no complicar en exceso su diseño), que recogen los materiales que se vayan elaborando ya directamente para el programa municipal. Uno se organiza por zonas de la ciudad, el otro por temas. En “La ciudad amable” pretendemos ir presentando algo parecido a un “álbum de Valladolid”. Recorriendo los centros y las periferias, la ciudad capital y los municipios del alfoz (lo diremos una sola vez para que no se enfaden los geógrafos: “del mal llamado alfoz”; y a partir de ahora, alfoz a secas), barrios y distritos, plazas y calles. Paseos por toda la ciudad para ir dando cuenta de su situación a nuestros ojos, e ir proponiendo algunas actuaciones, algunas defensas y mejoras concretas. Mas no debemos confundirnos: no será una sección de denuncias ni un documento informativo. Se trata de ofrecer una visión valorada y actual de la fábrica urbana y las comunidades que la habitan (una observación selectiva, tan sólo unos registros de muestra; pues es imposible pormenorizar cuando la ciudad cuenta con más de 1800 calles). Apuntar procesos de transformación en curso, estilos de vida que pueden reconocerse, el diferente carácter de unos y otros ámbitos, algunas quejas, algunos contentos y ciertas propuestas, como decíamos, de intervención.

Y por último, en la categoría “La ciudad del derecho” se irán exponiendo, progresivamente, los análisis y las consideraciones que procedan para la redacción de los distintos temas que, junto al estudio de las zonas y la presentación de las grandes líneas del ideario, también formarán parte del programa. De hecho, constituirán probablemente su parte más desarrollada.

Tal es la herramienta, así son sus piezas y así se espera que funcione cada una de ellas. ¿Tomamos un café?

(Imagen: Un levísimo arco iris sobre el cielo de Valladolid, visto desde un patio de manzana en la tarde del domingo 27 de junio de 2010. Foto: MS).


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