No se lo deberán a María Sánchez, sino a quienes votaron en las primarias. Figurar en un puesto determinado en la candidatura de VTLP no depende de la decisión personal de la cabeza de candidatura. Y aunque solo fuera por eso, la lista constituida con el voto de las personas censadas tiene mucha más fuerza democrática que las que se designan a dedo. Más adelante ninguno de los cargos públicos estará pendiente de la opinión de su líder al ejercer el trabajo que le competa. Importará más, como debe ser en una sociedad democrática y avanzada, el sistema “que lo personal en la labor de gobierno” (Innerarity).

¿Qué ha sido de las primarias de otros partidos? Suprimido todo tipo de primarias en todos ellos. En el PSOE, ya se dijo en septiembre último que, salvo en Salamanca, no se consideraban necesarias. En Ciudadanos se acaba de designar a dedo el cabeza de lista y tampoco habrá primarias. En Vox, que ya en marzo del pasado año suprimió por sorpresa las primarias para elegir a sus comités provinciales, han seleccionado a dedo desde Madrid a la candidata (acompañada, eso sí, de algunas dimisiones locales). ¿Y qué decir del PP, donde están pendientes del juicio por la financiación ilegal de las primarias de 2017? Pues igualmente olvidadas: Carnero, a dedo, desde Madrid, y al parecer obligado a presentarse.

Por nuestra parte, la lista que ha resultado es magnífica. Un equipo joven, amplio y plural. Cuya conformación puede verse (así lo creo) como un signo más de la inteligencia colectiva. Una expresión de “la inteligencia de la democracia”. De una formación política que no teme a la democracia, donde “disfrutamos de la cooperación y confiamos en lo colectivo”, como señaló María Sánchez en la presentación de este reciente proceso de primarias. Enhorabuena.

(Imagen: María Sánchez, Rocío Anguita y Alberto Bustos en el acto de presentación de los resultados de las primarias de VTLP. Foto procedente de valladolidtomalapalabra.org).