Blog de Manuel Saravia

La parte propia de los Presupuestos Participativos

(Hilo 54)

1. Vayamos a Porto Alegre. Pues allí empezó a plantearse (hace algo más de 30 años) una manera de redactar los presupuestos municipales que implicaba a la población. Era el “Orçamento Participativo em Porto Alegre”, una técnica para decidir una parte significativa de los ingresos y gastos municipales a partir de las decisiones tomadas directamente por la población, mediante un proceso de debates y consultas. De manera que la participación de vecinos y vecinas de la ciudad resultaba determinante. Porto Alegre es la capital del estado brasileño de Río Grande do Sul. Cuenta con una población de 1.5 millones de habitantes (3 millones con el área metropolitana). Cuando se comenzó a implementar este sistema participativo un tercio de la población vivía en la periferia, sin acceso a las infraestructuras básicas.

El sistema consiste en planificar una serie de reuniones en las que se definen las prioridades de la ciudad y el programa de inversiones del municipio. Para ello se dividió la ciudad en 16 regiones, y en ellas se organizó la participación en asambleas zonales. En esta ciudad, entre el 15 y el 25% del presupuesto se asigna mediante este tipo de decisiones “participativas”, en tanto que el resto se dedica al pago de salarios, a gastos corrientes o a inversiones determinadas por los servicios municipales. Se ha calculado que más de 14.000 personas participaron en los encuentros coordinados por el municipio para este programa participativo. (Abajo: imágenes de algunas asambleas).

2. Vayamos ahora a Valladolid. En 2017, cumpliendo un compromiso electoral, se pusieron en marcha los presupuestos participativos. Pues el impulso de la participación ciudadana se presenta como una de las señas de identidad del nuevo gobierno surgido de las urnas en 2015. Implicar a la ciudadanía en la decisión sobre “dónde invertir el dinero, qué zonas deben mejorarse y de qué manera” (como indicaba el concejal de Participación Ciudadana y Deportes, Alberto Bustos), forma parte del nuevo contrato de gobierno municipal.

En los presupuestos participativos de Valladolid se reservan cinco millones de euros para distribuir entre las inversiones seleccionadas por el vecindario. En este año han sido 94 propuestas, elegidas por 7.274 personas; quienes, con sus votos, han decidido dónde se invertir esos 5 millones de euros disponibles. Desde que se inició este programa, en 2017, se han realizado más de 200 propuestas, repartidas en diez zonas de la ciudad. Hasta ahora se han invertido 19 millones de euros. La participación de este año se ha incrementado en un 13% respecto al año 2019. Y para su organización se ha contado con la colaboración de 130 voluntarios. Para Alberto Bustos se trata, con esta propuesta, de ir construyendo “una ciudad compartida”.

(Abajo: cuadro con las propuestas que afectan a Planeamiento Urbanístico y Vivienda en los Presupuestos Participativos de 2021).

3. Los Presupuestos Participativos comprometen a prácticamente todas las áreas municipales. Es verdad que principalmente (aunque no solo) se dirigen a la realización de obras públicas. Y por ello afectan, en primer lugar, a la Concejalías de Espacio Público y Movilidad y de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Si bien, como decía, también hay propuestas cuya realización debe asumirse por otras concejalías; y entre ellas la de Planeamiento Urbanístico. Obviamente, el compromiso de llevar a cabo las propuestas decididas y aprobadas por la ciudadanía afectada debe ser determinante.

(Abajo: imágenes de varias áreas de demandas vecinales que afectan a la Concejalía de Planeamiento Urbanístico y Vivienda: Farnesio, espacio Jilguero/Abejaruco, Puerta de los Talleres, zona de Cáritas, depósito de agua de San Pedro, Bajo Arco de Ladrillo, espacio de Santa Fe y kiosko de Caño Argales).

(Imagen del encabezamiento: De la presentación de los PP de Valladolid de 2021).


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