Blog de Manuel Saravia

La trecena y los lunes amarillos

Hace unos días una buena amiga (creo que me permitirá considerarla así) me deseó un buen «redblueyellowgreenpinkpurpleblack» día. Concretamente era el pasado 19 de enero, que algunos agoreros consideraban el “lunes triste”, pues creen que el tercer lunes de enero es indudablemente “azul”, el día más deprimente del año en el que se concentra lo peor de lo peor. Pero cuando le deseé fuerzas para superar tanta tristeza en ese aciago lunes melancólico y desconsolado, me sorprendió. Me deseó un día multicolor y me advirtió que “hoy, además, es amarillo”. Y me explicó por qué.

Hoy –dijo- es un lunes amarillo, un lunes de felicidad, porque el amarillo está asociado al bienestar, a la ventura, es un color brillante, alegre, divertido. Según me contó lo había visto en una curiosa web en la que se argumentaba, además, en favor de tal color lo siguiente: “Se asocia con la parte intelectual de la mente, el poder de discernir, discriminar. Es la memoria y las ideas claras, el poder de decisión y la capacidad de juzgarlo todo. Ayuda a asimilar las ideas innovadoras y aporta la habilidad de ver y comprender los diferentes puntos de vista”. Y concluía: “Siempre me ha gustado este color porque me da muy buen rollo y creo que para empezar la semana con las ideas claras una pincelada amarilla nos va a venir muy bien”.

Pues claro que sí. Los lunes son amarillos y mañana, 1 de febrero, también ha de serlo. Es más: mañana ha de serlo especialmente, amarillo intenso del sol, del oro o del huevo frito, porque debatiremos sobre el modelo de ciudad para Valladolid. Y hay que tener bien dispuesta esa capacidad de asimilar las ideas innovadoras que según dicen facilita ese color.

Capacidad para saber ver y, por lo que nos toca, poder explicar “la trecena” de áreas urbanas en que pretendemos promover proyectos de futuro nuevos, creativos e innovadores. ¿Por qué lo llamamos trecena? Sí: porque son trece. Y porque la palabra trecena ya parece nueva. Aunque ciertamente no lo es. Se usa (creo) en contextos religiosos y místicos, y aparece también en algunos textos musicales. Pero en puridad significa lo mismo que docena, aunque con trece unidades. Doce días, doce huevos, doce flores: docena. Trece días, trece flores, trece islas: trecena. Trece islas del futuro en la ciudad presente de Valladolid: la trecena.


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