Blog de Manuel Saravia

María y Alberto en campaña

Por lo que sé, no tengo duda de que el resto de la lista es también magnífico. Empezando por Pablo Fernández. Pero hablo ahora de María Sánchez y de Alberto Bustos porque los conozco bien. Una es la nº 2 y otro el nº 15 de la candidatura de Unidas Podemos en Valladolid para las elecciones a las Cortes de Castilla y León del próximo 13 de febrero. Ambos compañeros en el Ayuntamiento desde hace más de diez años, con quienes comparto a diario el trabajo de política y gestión municipal. Porque de eso se trata: de gestión, sin duda. Pero también (y sobre todo) de política. Es decir, de impulsar las acciones necesarias para el bien común. De conseguir los fines sociales que se consideran deseables, prioritarios, por delante de otros.

Y en esa determinación hay, sobre todo en algunos campos, diferencias importantísimas entre los distintos partidos que van a estas elecciones. Si solo se tratase de gestión, mejor sería que se presentasen empresas de gestoría, no partidos políticos. Pero estamos hablando de modelos de organización social extraordinariamente diferentes entre unos y otros grupos políticos. Y de elegir  entre los diferentes programas y propuestas, y a las personas que los defiendan. Y en este punto vuelvo con María y Alberto. Quien los haya visto trabajar sabe de lo que hablo. Claros en sus planteamientos y decididos en su aplicación. Con una gran experiencia acumulada y un magnífico bagaje de resultados. Que saben gobernar (lo han demostrado). Negociar y fomentar la participación y el acuerdo (también lo han demostrado).

Cuando se convocaron elecciones en Castilla y León y había que responder, ahí estaban. Porque si se trabaja por una idea de organización de la sociedad, de la justicia y los derechos, no hay excusas: hay que dar la cara. Y ambos han actuado con generosidad. Es verdad que se dice de las campañas electorales que valen para poco o nada. Pero no es cierto. No solo pueden activar al electorado, facilitar el debate entre distintas opciones, fomentar la participación y obligar a presentar el balance de lo hecho (a quien ha gobernado) o explicar lo que se propone hacer (el aspirante). También pueden servir para que se conozca la personalidad y el trabajo de quien confía en gobernar. Y ahí les invito a que conozcan y juzguen a María y a Alberto. Creo que, si lo hacen, les votarán.

(Foto del encabezamiento: de febrero de 2019, procedente de la web de VTLP).

 


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