Tengo la impresión de que el Grupo Municipal del Partido Popular en Valladolid es extraordinariamente indulgente consigo mismo. Pues como quiera que en el último Pleno, sobre el estado de la ciudad, propusieron a Óscar Puente “que si rompía el pacto con VTLP le apoyarían para retomar el soterramiento y se comprometían a no presentar moción de censura”, concluyen hoy, en rueda de prensa: “Más no podemos hacer”. Vaya. ¿Eso es todo? Probablemente lo consideren una extraordinaria maniobra política. Extraordinario olfato. Una gran jugada (maestra, seguramente). Se ve que lo han analizado en detalle y visto las posibilidades de éxito. Y se han lanzado. De hecho, el concejal n.º 2 de la candidatura aplaudió la iniciativa puesto en pie, en su escaño (¿o no fue por eso?).

Si me permiten, creo que seguramente podrían hacer todavía algo más. Por ejemplo: explicar algunos detalles del proceso fallido de soterramiento en todas sus legislaturas en el poder municipal (los inmensos retrasos, las inmensas deudas, el inmenso coste de la propaganda). O también: ¿cómo piensan financiarlo ahora, más allá del inadmisible “Europa pagará”, o ese bonito “ayudaré a buscar fondos”, que dijo la Sra. del Olmo? O más aún: ¿Podrían indicar qué partidas no son ciertas del informe del Tribunal de Cuentas, en el que se valora el coste total de la operación en 1.388 millones de euros? Y por último: ¿por qué esa obsesión por paralizar las obras en marcha? Si están dispuestos a despreciar los 90 millones invertidos en los últimos años en la infraestructura ferroviaria (en superficie) de la ciudad, que se demolería con el soterramiento, ¿por qué les preocupan tanto esos 14 millones del paso de Panaderos-Labradores?

“Más no podemos hacer”, dicen. Pero no es cierto. Un poco más creo que sí podrían hacer.

(Imagen: procedente de laicismo.org)