Blog de Manuel Saravia

Me temo que se han equivocado

Esto… tengo la ligera impresión de que lo han titulado todos mal. Pero todos. No se ha librado ni uno. Todos los medios han picado como colegiales ingenuos. El alcalde va y critica que “el Tribunal Superior de Justicia no haya mandado un perito para hacer una inspección de las obras”, y todos publican esta declaración como cabecera. ¡Y es una trampa!

La verdad es que el asunto no debería llevar demasiado trabajo. Para saber por qué no han enviado un perito basta con leer el auto, y puede leerse incluso en diagonal. Allí veremos que lo que se pone en tela de juicio no son las obras, sino el proyecto. Y para evaluar un proyecto no hay que ir a ningún sitio: basta una mesa, una silla y el citado proyecto. Confío en que el tribunal que ha juzgado este tema haya dispuesto de una mesa y una silla ( no sé: con lo nerviosos que están por la Ciudad de la Justicia, a lo mejor ni siquiera tienen sillas), y espero que también tuviesen el proyecto delante.

Sólo con eso se pueden dictar sentencias como ésta: “Declarar la nulidad de pleno derecho del acuerdo de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valladolid de fecha 24 de septiembre de 2010, por el que se aprobó el Proyecto de Ejecución de obras y restablecimiento de la legalidad del Edificio”. O sea: la nulidad del acuerdo por el que se aprobó el proyecto. ¿Lo pillan? Proyecto.

O sea: una carpeta con unos planos. Lo que se declara nulo es el acuerdo por el que se aprueba un proyecto “para la ejecución de las obras de restauración de la legalidad de viviendas, oficinas y locales (edificio Caja Duero) sito en la Plaza Zorrilla nº 3 c/v a calle Santiago 28 y calle María de Molina 13”. Y cuando la Federación de Vecinos presenta un “incidente para la declaración de nulidad de dicho acuerdo” lo hace “por entender que las obras proyectadas y aprobadas no restituyen las fachadas y la cubierta del edificio al estado originario”. Leamos despacio: “por entender que las obras proyectadas y aprobadas” no cumplen la sentencia. Las obras proyectadas, no las realizadas. ¿Qué pinta un perito en todo esto?

De manera que cuando el alcalde dice que «curiosamente, hasta donde yo sé, la Sala no ha enviado una inspección, no ha mandado un perito imparcial a recorrer las obras», pues hay que darle la razón en que se trata de algo muy curioso. Efectivamente, es muy curioso que, habiéndose denunciado un proyecto, el perito, en lugar de analizar el proyecto, se vaya de visita de obras. Curioso, curioso.

(Imagen procedente de Público)


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