Blog de Manuel Saravia

Noche y día

Como quiera que la velocidad de la luz no es infinita, lo que vemos al mirar el cielo nocturno es sólo el pasado. Negrura y pasado. Si nos fijamos en Andrómeda la estamos viendo como era hace 2,3 millones de años, cuando el australopithecus cazaba en la antigua sabana del África austral. “Si desplazamos nuestros ojos unos pocos grados para contemplar la estrella brillante más cercana a Andrómeda, Mirach, la estaremos viendo tal como era cuando quebró Wall Street. El Sol está a sólo ocho minutos de pasado”. La colisión entre dos galaxias en el Quinteto de Stephan “se nos muestra tal como era en una época en la que en la Tierra alboreaban los dinosaurios y los trilobites acababan de desaparecer” (cito a Richard Dawkins, Destejiendo el arco iris). Y si quieres puedes encontrar, en algún lugar del cielo nocturno, estrellas cuya luz es el resplandor termonuclear que se estaba produciendo en el momento mismo de tu nacimiento. Pasado, pasado, pasado.

Hasta ahora, si queríamos presente, actualidad, había que bajar la vista y mirar de día. Al fondo teníamos un horizonte hacia el que íbamos y junto a nosotros la realidad contemporánea. Pero eso era hasta ahora. Porque en estos días, ¿qué vemos? Si nos fijamos en las oficinas de empleo cada vez se parecen más a las viejas oficinas anteriores al Estatuto de los Trabajadores de 1980. Si desplazamos nuestros ojos unos pocos grados para contemplar alguna escuela pública, la estaremos viendo muy parecida, en algunos aspectos, a las del tardofranquismo. Un poco más allá tenemos una empresa que parece propia del capitalismo manchesteriano del XIX. Las ayudas a la dependencia se alejan paulatinamente hacia el fondo del pasado. El debate sobre el aborto se nos muestra tal como se daba en los años 70. Y, por mucha edad que tengas, si quieres puedes encontrar en la ciudad algunas instituciones que muestran un paisaje semejante al del día de tu nacimiento. Derechos laborales y sociales, la cultura o la investigación. Todo el paisaje urbano cada vez se va pareciendo más al de 1950.

Pasado, pasado, pasado. Noche y día finalmente se confunden…

(Imagen: Galaxia Andrómeda; autor: Boris Štromar; fuente: commons.wikimedia.org)


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