Finalmente hoy, 3 de febrero, el Alcalde ha dado las explicaciones que prometió hace meses sobre el soterramiento. Y ya ha quedado todo claro: Primero, que la operación (que a pesar de la que está cayendo no se va a modificar ni una coma de como se diseñó cuando las vacas eran gordas), se iniciará en 2014. Segundo, que la culpable del retraso, o del diluvio universal, o de lo que sea, es Soraya. Qué tranquilidad: sabemos cuándo empezaremos y sabemos quién es el malo (o la mala). ¿Autocrítica?: cero, por supuesto.

Lamentablemente las cosas no parecen tan claras. Recordemos algunas declaraciones recientes de nuestro Alcalde sobre el mismo tema. Hace solamente un año, en noviembre de 2009, decía: “Las últimas revisiones económicas que se han hecho siguen dándonos una tranquilidad económica absoluta. Es cierto que el precio ha bajado, pero también lo es que nunca nos planteamos una especulación con la venta de las parcelas (…). Y si en el 2012 no hemos empezado a levantar cabeza, entonces es que no vamos a tener ni para pagar el billete de tren”. Fecha clave para haber levantado cabeza: 2012. Pero es que un año antes, en octubre de 2008, cuando le preguntaban si se venderían las cerca de seis mil viviendas previstas, contestaba: ”Estoy convencido de que van a tener salida esas y muchas más. Estamos hablando de suelo que no se va a poner en el mercado antes del 2011, y si entonces no hemos salido de la crisis, ni soterramiento ni nada, tendremos que ir todos a pedir”. Fecha clave para haber levantado cabeza y no tener que ir a pedir: 2011. Pero es que antes aún, en junio de 2006, esa misma persona declaraba: “De cumplirse las previsiones, el desvío podría hallarse finalizado en el 2009 y sería ese el momento de empezar a ejecutarse el soterramiento del ferrocarril”. Fecha clave para tener la cabeza levantada, no tener que pedir y haber finalizado el desvío: 2009. ¡Cielos!: estamos en 2011 y ni hemos levantado cabeza, ni hemos salido de la crisis ni hemos finalizado el desvío. Evidentemente, tenemos un problema. ¿De qué año estaremos hablando, por tanto, para soterrar?

Hoy nos dice “de manera oficial que las obras del soterramiento del ferrocarril a su paso por la capital comenzarán en 2014”. Ya. ¿En qué se basa? Pues al parecer, en las mismas fuentes que cuando dijo que en 2009 o en 2011. Sin embargo, hace muy pocas fechas también oímos al señor Morlán decir otras cosas: «No me gusta la ciencia ficción», dijo sobre el calendario de la actuación, que vinculó a la marcha de la economía española. «La mejor forma de no engañar a los vallisoletanos es decir las cosas como están». E hizo hincapié en que la venta de suelo a operadores inmobiliarios determinará el desarrollo de la operación. Sabemos que la vivienda sigue sobrevalorada y que el ajuste inmobiliario no ha finalizado ni remotamente. Por eso, aunque el Alcalde no tenga dudas, nosotros sí: tal como está diseñada la operación, todo sigue en el alero.

Eso sí, la mala malísima es Soraya Rodríguez. Al parecer el enorme retraso del soterramiento se debe a la discusión sobre la variante de mercancías. Y un poco también a la gestión del señor Marinas, que tenemos leña para todos. Ya habrá ocasión de hablar en detalle de estos asuntos. Pero es evidente que los retrasos empezaron muchísimo antes (¿se acuerda del bonito concurso que ganó Bofill, señor León?; ¿se acuerda del extraordinario estudio que hizo Idom?), siguieron, efectivamente, con el enfrentamiento por la variante (alguna responsabilidad tendría el PP, digo yo, en la obcecación por su propuesta, ¿no?), y han continuado mucho después (¿o es que ahora no hay retrasos?). Más aún: ¿no se ha parado a pensar que si hubiesen planteado otra fórmula de financiación que no se basase en vender pisos probablemente no estaríamos como estamos? ¿No se consideran responsables de nada en absoluto?

Qué bien. Sabemos quién es culpable (Soraya, has sido tú, que nos lo ha dicho León de la Riva), y no tenemos más que esperar a 2014. Qué gusto ser perfectos.

(Imagen procedente de  http://www.diariodelviajero.com/tag/renfe)