Blog de Manuel Saravia

Pamela, Clarissa, Julia y los derechos humanos

Hoy se ha celebrado el Día de los Derechos Humanos, que en nuestra ciudad ha pasado, según creo, casi desapercibido. Solo el llamamiento del Colectivo Indignado, en el que denuncia “la desesperada situación de miles de personas refugiadas que sobreviven en unas condiciones infrahumanas en el campo de Lesbos (Grecia)”, ha activado el recuerdo de lo que se conmemora hoy. Hay que agradecerles, una vez más, que no decaigan (aunque hoy hayan estado muy solos) en el impulso de la justicia.

Pero no basta. Y hay que seguir insistiendo en la extensión y profundización de esos derechos tan bien enunciados, pero tantas veces tan esquivos. En el libro (qué bonito) de Lynn Hunt La invención de los derechos humanos se nos recuerda cómo “el aprendizaje de la empatía abrió la puerta a los derechos humanos”. Y en ese proceso estaban, en lugar preferente, las novelas “epistolares” del siglo XVIII. “El lector experimentaba empatía sobre todo por el héroe o la heroína, gracias al funcionamiento de la propia narrativa. Dicho de otro modo, mediante el intercambio ficticio de cartas, las novelas epistolares enseñaron a sus lectores nada menos que una nueva psicología, y en ese proceso echaron los cimientos de un nuevo orden social y político”.

La lectura de esas novelas fomentó un sentimiento de igualdad y empatía mediante la participación apasionada de los lectores en la narración. ¿Puede ser casualidad que las tres novelas de identificación psicológica más importantes del siglo XVIII -Pamela (1740) y Clarissa (1747-48), de Richardson, y Julia (1761), de Rousseau- fueran publicadas en el periodo que precedió inmediatamente a la aparición del concepto de ‘derechos del hombre’?” Necesitamos más y más novelas, películas, poemas, fotografías, cuentos, relatos de todo tipo que reactiven, también ahora, esa “nueva psicología” que fundamenta los derechos. Que, como las cartas y como las novelas, como el cine de la sala a oscuras, se leen y entran en nosotros en soledad.

(Imagen: portada de una edición reciente de Clarissa, de Samuel Richardson, 1747; vol. 5; procedente de la web de amazon.es)


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