Había titulado este post, en su primera versión: “Hace falta ser idiota”. Lo he cambiado, para no echar más leña al fuego. Aunque la cosa está que arde, sin necesidad de más combustible. Veamos: siglo XXI, sí; pero un tal Terry Jones, en Florida (el muchacho de la foto), se ha propuesto quemar ejemplares del Corán. Gran hazaña. Y sobre todo, muy útil. Enormemente eficaz para avivar la histeria antimusulmana. ¿Para qué? Para nada. El pastorcito pasará a la historia como uno de los ejemplares humanos más cretinos de los de su edad. Pero el azar ha querido que esta noticia figure al lado de la del reciente descubrimiento de un ejemplar raro de dinosaurio, que se ha bautizado como Pepito.

Jorobado y carnívoro, vivió en Cuenca hace 125 millones de años. Y ahí tenemos una evidencia más de que Darwin estaba equivocado. De Pepito a Terry no ha habido ni un milímetro de evolución. Según dice la prensa, los tres investigadores que han presentado el fósil de Pepito no saben qué función tendría su joroba. Pero nosotros, viendo a nuestro amigo Terry, no tenemos ninguna duda: para jorobar.