Blog de Manuel Saravia

Pobreza

Cada poco tiempo nos golpean los informes de Cáritas sobre la pobreza en España. Últimamente son durísimos. Y en consecuencia la urgencia por conocer, analizar, explorar y proponer actuaciones no hace sino crecer. En este apremio hemos de leer el último texto publicado en España por el urbanista italiano, recientemente fallecido, Bernardo Secchi. Se titula La ciudad de los ricos y la ciudad de los pobres, y se ha editado en 2015 en “Los libros de la catarata”.

El libro, breve, interesa desde el primer momento. Está escrito con cuidado, evitando quedarse exclusivamente en el lenguaje técnico. “Aunque sea una denominación vaga, rico y pobre son conceptos bien claros para cualquiera de nosotros. Desde el fondo del valle es difícil evaluar la altura de las cimas circundantes, sobre todo determinar su altura relativa, y desde lo alto de las cimas, sobre todo cuando el sol poniente apenas las ilumina, el valle aparece a menudo uniformemente oscuro. Pero rara vez la cima se confunde con el valle”.

Incluye evidencias conocidas, que no está de más recordar (veamos una: “Sobre todo, rico y pobre no son categorías especulares: lo que define la riqueza no siempre contribuye a definir por ausencia la pobreza y, viceversa, lo que define la pobreza es a menudo irrelevante para definir la riqueza”). Es muy recomendable el capítulo sobre las “Estrategias de exclusión”, en el que se reformula, una vez más, el derecho a la ciudad.

Del capítulo titulado “Un mundo mejor es posible” podría destacarse una conclusión ciertamente singular. Pues dice Secchi que debe mantenerse la duda “de que las políticas encaminadas a una distribución lo más igualitaria posible del bienestar terminaran por reprimir innecesariamente las diferencias entre los individuos, los grupos sociales y sus formas de vida, con el encorsetamiento de la economía y la sociedad dentro de reglas nacidas al abrigo de interpretaciones obsoletas de una y de otra, y en consecuencia con la incapacidad de captar y dar espacio a la innovación que nace de la participación de los individuos o grupos en la construcción y la práctica de la ciudad”.

Concluye el libro con un análisis sobre las “Desigualdades sociales, cuestión urbana y crisis”, en el que se ofrece un panorama general de las diversas crisis por las que ha atravesado “el mundo occidental” en los últimos cien años, intentando situar el momento actual en un contexto de mucha mayor amplitud. El elemento central del análisis es el referido al “problema de la vivienda”. Pero no se queda ahí. Y concluye reclamando “un desarrollo mayor de la democracia, reduciendo las desigualdades del espacio”.


Dejar un comentario