Blog de Manuel Saravia

El PP se suma a Vox una vez más (ahora con el soterramiento, como en tantas cosas)

Confirmando que el Grupo Municipal Popular de Valladolid ha perdido el norte, la autonomía y la iniciativa propia, hoy se ha sumado a la propuesta de Vox de soterrar el tren, caiga quien caiga. Sin ningún análisis serio y sin respeto por su propia palabra antes expresada, por mero oportunismo político, ha votado a favor de la moción de Vox “por el soterramiento de las vías del tren en Valladolid”. A continuación, el texto preparado para responder a la propuesta de Vox en el Pleno municipal de hoy.

Primera parte

Buenos días. Para esta moción de Vox comentaré 10 cosas. Sobre la oportunidad, los números, las referencias, las diferencias, la importancia, las consecuencias, los tiempos, la calidad, la deuda; y ruegos y preguntas. Vamos allá.

1. La oportunidad del debate. No se pueden repetir debates ya realizados en este mismo periodo de sesiones. No es lógico. Yo creo que es una falta de respeto. Y como seguramente sabe, en muchos reglamentos se rechaza esa posibilidad, precisamente por irrespetuosa. Lo cual tiene su lógica. Repetir lo mismo unos y otros, una y otra vez, no es una buena práctica democrática. ¿Cuántas mociones se han traído sobre este asunto en esta legislatura?

2. Los números que presentan. Están falseados. O ahora o antes. O las dos veces. Elija. En 2019 nos dijo, contundente, que el coste total de su soterramiento de 2,5 km (entre Camino de la Esperanza y calle Tórtola, dejando fuera la mayor parte de Pajarillos y todo el sur): según sus cálculos, 294,9 millones, a los que habría que añadir 185,9 para la finalización de la variante de mercancías y el traslado de los talleres. Total general: 480,8 millones de euros. Ahora parece que con 176,5 millones lo arreglan todo. Vaya. El 36% de lo que dijeron entonces. ¿Qué pasa aquí? ¿Nos engañaban antes o nos engañan ahora? He visto carteles de una asociación (integrada en la Federación que ha intervenido antes) en los que, basándose en sus cálculos, dicen que soterrar cuesta 192 millones y la integración 912. Pero sigamos. Usted compara (a bulto) la operación en curso con el supuesto soterramiento de un tramo, con precios del falso túnel de Murcia. Repito: deja fuera a Pajarillos, por ejemplo. Y según usted: ¿no habría que construir la variante de mercancías? ¿No habría que finalizar las actuaciones en los nuevos talleres? ¿No se trasladaría Redalsa y por tanto no se podría construir en Argales? El polo logístico de los nuevos talleres ¿se abandona? ¿No se construye el nuevo ramal y por tanto no se elimina la vía de Ariza en su acceso a Renault y por tanto no se podría tampoco construir en Ariza?

3. Las referencias. Les he traído en ocasiones a este pleno varios ejemplos de actuaciones de integración en otras ciudades europeas. Hemos hablado de Utrech o Roma. Pero les invito ahora a un ejercicio sencillísimo. Entren en Google, en las fotos de varias ciudades. Las que quieran. Toulouse, Ginebra, Liverpool, Manchester, Rotterdam, Hannover, Salzburgo, Munich, Bolonia, Bruselas…. las que quieran. Y verán ahí los haces de vías férreas, los recorridos ferroviarios en las ciudades y dónde hay pasos y cómo son. Y por cierto, en España también hay ejemplos interesantes de integración. Como el diseñado por Santa & Cole en Barcelona.

4. Las diferencias. Ustedes, en Vox, hablan permanentemente de Murcia o Bilbao. Repitámoslo una vez más. Comparar con simpleza lo que es de naturaleza enormemente diferente solo puede deberse a la voluntad de promover la confusión o el engaño.

5. La importancia del tema en relación a otras necesidades sociales. Al parecer, y como veíamos antes, para ustedes la unidad de medida es el centenar de millones de euros. Cien arriba o cien abajo, da igual. Excepto cuando se trata de aprobar los presupuestos municipales. Porque ¿recuerdan cómo se opusieron (hicieron una enmienda en ese sentido) a destinar 3 millones de euros a la compra de viviendas para alquiler social? Es verdad: 3 millones es muchísimo, pero 100, 200, 300, si es para enterrar un tren, qué más da. Nosotros pensamos que hay que ser cuidadosos con el mejor destino del gasto público. Por eso lo que reclamamos a Fomento no es enterrar los millones, sino cuatro cosas muy claras: 1º. Que se realice la mejor integración. 2º. Que se financie la vía verde desde Ariza a Laguna de Duero. 3º. Que se financien las actuaciones de rehabilitación y regeneración urbana en el Este. 4º. Que se impulse el tren de cercanías (el proyecto con Palencia y Medina). De hecho ya se presentó la manifestación de interés del este, y estamos proyectando la vía verde o la implantación de la tercera vía, para trenes convencionales. Y les recuerdo que en el proyecto de Rogers solo había dos vías en el túnel: ¿recuerdan?

6. Las consecuencias. Repitamos una vez más: ¿cuáles podrían ser las consecuencias del soterramiento? Sabemos que aquí se destinaron casi dos millones de euros a una campaña publicitaria destinada a difundir la idea de que el mero hecho de soterrar llevaría la riqueza de un lado a otro de las vías (obviando dos cosas: la primera que el río, una barrera más fuerte aún, no se considera causa de un reparto desigual de la riqueza; y la segunda, que a este lado del ferrocarril también se encuentran algunas de las zonas con menor renta de la ciudad). Y en ese contexto, para recordar cómo se plantearon las cosas, y advertir del sinsentido de esos planteamientos de que la riqueza llegará por el mero hecho de que el tren se entierre, el asesor ferroviario del anterior alcalde dijo, en una entrevista del Norte de Castilla del 28 de diciembre de 2013 (sí: del 28 de diciembre), que “Valladolid tiene dos heridas: el tren y el río”. Y abogaba por que, después del soterramiento del ferrocarril viniese el del río. Lo juro. Decía eso. De modo que prepárense, señores de Vox. Menuda barreraza que tenemos frente a la Huerta del Rey. Con ella no hay forma de que les llegue la riqueza ni a la Huerta del Rey ni a Fuente Berrocal.

7. Los tiempos. Veamos cómo van las cosas en alguno de los proyectos que tanto les gustan. Lorca, desde 2001. Alicante: desde 2003. Vitoria (donde, por cierto, los vecinos afectados se oponen al soterramiento), está con la historia desde el 2000. Está claro que ustedes no tienen prisa. Lo que verdaderamente quieren es que descarrille el proyecto de Valladolid y nos vayamos otra vez al punto cero.

8. La calidad. La propuesta de integración de Valladolid es un buen proyecto de permeabilidad, de espacio urbano, de paisaje urbano, de sostenibilidad económica y medioambiental. Les invito a que apliquen las pautas de valoración de proyectos. Midan la distancia entre pasos y la secuencia planteada (mucho más próximos entre sí que en muchas vías urbanas rodadas de las ciudades: ¿hacemos la prueba? Le aseguro que se sorprendería). Seguridad y mantenimiento del espacio ferroviario, mucho más favorable en el proyecto de integración. Accesibilidad: cumple absolutamente con la legislación de accesibilidad. ¿Proponen ustedes que cerremos al paso de peatones las calles que tienen una pendiente igual o superior a los estándares regulados por esa legislación? Porque hay unas cuantas en Valladolid. ¿Se cierran? Insisto: sin ninguna duda es un buen proyecto. Ya licitado, por cierto, y del que se firmará el contrato pasado mañana, día 3, para comenzar las obras.

9. La deuda. Usted obvia, por supuesto, una vez más, el pago de la deuda. Dice: se pagará con los suelos, aunque no presupuesta las actuaciones para que esos suelos se puedan vender. Y olvida también que cuando se decidió el convenio Adif proponía disolver la sociedad e ir a concurso de acreedores por la situación de insolvencia e incapacidad de hacer frente a sus compromisos. En aquel momento se bloqueaba con ello todo, incluso completar los talleres y proceder al traslado. ¿Se acuerda? El interventor dijo que la situación podía ser, de no firmar el convenio, terrible para el Ayuntamiento. Pero al parecer da igual. Que haya que pagar una deuda de 400 millones parece que da igual.

10. Ruegos y preguntas. Pregunto: ¿Cuántas veces va a seguir trayendo este asunto al Pleno, después de debatirlo mil veces más, y sin que haya nada nuevo que justifique un nuevo debate? Ruego: Actúe con responsabilidad. Con un mínimo de responsabilidad.

Segunda parte

Ahora comentaré al PP cuatro o cinco cosas sobre su intervención y sus enmiendas. Sobre la oportunidad de tirar del fondo de armario, el réquiem por la palabra dada, una conversación en un despacho, el bonito método de Jericó, y ruegos y preguntas. Vamos allá.

1. Tirar del fondo de armario. Está claro. Estamos yendo a un clásico. Rebuscar en todo posibles conflictos de legalidad, vengan o no vengan a cuento, haya o no haya sospechas, para ver si pillamos en algún defecto de forma y ¡bingo!, se para el proceso. Éxito total. Ustedes saben que es todo tan enormemente complejo (varias administraciones implicadas, sociedades, empresas, que será fácil pescar algo). Lo cual supone una política de enorme nobleza, no cabe duda. El éxito sería pararlo. Bien! La ciudad da igual. Señora Del Olmo: ¿no le da un poco de vergüenza? Que PSOE e IU contribuyesen a su proyecto (yo mismo voté a favor del desarrollo de su proyecto cuando estaba en la oposición, para no paralizarlo) da igual, ¿verdad? Al enemigo, ni agua. Eso sí, un fondo de armario demasiado triste, deben reconocerlo. Camisa blanca o vestido negro. Qué tristeza.

2. Réquiem por la palabra dada. ¿Qué ha cambiado del 2019 a hoy, en este tema? Mire: “No vamos a insistir en que sería posible soterrar, cuando la alternativa de la integración en superficie ha sido refrendada por la ciudad en estas elecciones, y cuando se van a dar pasos, ya irreversibles, hacia ella (…). No complicaremos los debates insistiendo en la posibilidad de soterrar”. Sra. del Olmo: ¿no le da un poco de pena oírse? Lo dijo usted. ¿Podemos hablar de dignidad política?

3. Una conversación en un despacho. Cuando vino al despacho del Director del Área el Sr. Gutiérrez para ver el proyecto de Labradores, después de mostrarle con detalle los trabajos de control y supervisión (y también de proyecto, todo hay que decirlo) que se estaban haciendo en el Ayuntamiento, al ver que nos planteaba cuestiones rebuscadísimas (tendentes a encontrar excusas para paralizarlo) le dije que el debate sobre el soterramiento ya se había tenido (en innumerables plenos y foros), y que parecía precisamente eso: que se trataba de paralizarlo como fuese. ¿Quiere usted recordar el argumento que me dio? ((los jardines de la Rubia))

4. El método de Jericó. Porque diciendo una y otra vez que no se tramita bien (les recuerdo: han aludido, de la mano de Vox, a los estudios de tráfico, a patrimonio, al estudio informativo, al proyecto de actuación, etc., asuntos todos ellos respondidos y explicados. Diciendo, repito, que no se tramita en condiciones lo que quieren es, está claro, tender a la confusión. Como en Jericó. Voy a la Biblia (que se ha puesto de moda en este salón de plenos). “Cuando todos escuchen el toque de guerra, habrá que gritar a voz en cuello. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y cada uno entrará sin impedimento”. Pues eso. Se trata de hacer todo el ruido posible, y así el proyecto caerá “como por ensalmo” (no sé lo que es ensalmo, pero también queda muy bíblico). Ánimo, sigan gritando y dando vueltas, a ver si hay suerte.

5. Ruegos y preguntas. Pregunta: ¿Hasta cuándo van a despreciar su propia palabra? Ruego: Actúen con responsabilidad hacia la ciudad, hacia lo público, hacia la razón y el sentido común.

(Imagen: plaza de Rafael Cano, con un paso de 20 m de anchura, procedente de cadenaser.com, 5 de mayo de 2021).

 


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