Blog de Manuel Saravia

Resiliencia y descarbonización de las ciudades, de nuevo a debate

El próximo 18 de octubre, en el Instituto Francés de Madrid, la Embajada de Francia organiza una “Conferencia franco-española” sobre la actualidad de las ciudades sostenibles. Se compone de 4 mesas, todas ellas en torno al cambio climático en las ciudades. Una, sobre los municipios costeros. Otra, sobre calor y agua en las ciudades. Una más, sobre innovaciones tecnológicas relacionadas con el tema de la conferencia. Y otra mesa, finalmente, en la que participa Valladolid, sobre el diseño y planificación de las ciudades “en línea con los objetivos de descarbonización”. Estarán presentes, además de varios ayuntamientos, comunidades autónomas, universidades, agencias, empresas y colegios profesionales, los ministerios de Transición Ecológica y Cohesión de los Territorios (francés) y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (español).

Con seguridad, será un encuentro interesante. Y útil, casi también con seguridad. Pues solo por ver cómo se va afrontando, desde distintas instancias, el problema de fondo (hacer frente a los efectos del cambio climático), y las posibilidades de replicar en distintos lugares las mejores propuestas, merece la pena. Aunque lo cierto es que tenemos que exigirnos más. En comunicación, como decimos. Pero también en la crítica. Y exigirnos más en colaboración. Y sobre todo en creatividad. Pues somos, finalmente, conscientes de las principales causas del cambio climático: transporte, industria, construcción, energía, residuos, agricultura y ganadería y deforestación. O sea: casi todo. Pero no basta con la percepción o el conocimiento de lo que hay. No es bastante.

Pues (pongámonos en lo inmediato) incluso sin modificar el modelo económico actual (aunque también habría que hacerlo) es posible plantear, con claridad, la crítica de numerosas situaciones sin sentido (sin defensa alguna) de nuestra vida económica. También hay que mejorar la información (hay que hacer un esfuerzo: quizá sea lo más fácil). Promover una intensa colaboración entre administraciones y estados. Y, como decíamos, propiciar más creatividad: somos buenos, es posible hacerlo. No hay que abandonarse al apocalipsis, no nos está permitido el pesimismo. Y ni mucho menos la confianza ridícula, negacionista (y suicida) de que “nada pasará”. Es cuestión de trabajar. Y esta jornada se antoja como un elemento más del programa de trabajo necesario.

En lo que podamos, seguiremos informando.

(Imagen: Humo procedente de los incendios forestales próximos a Kysyl-Syr, en Yakutia, Siberia. Foto de Nikolay Petrov, AP. Publicada en elpais.com/clima-y-medio-ambiente).


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