Blog de Manuel Saravia

Y habló Garzón

Recuerdo que hace más de 15 años el tema de las instalaciones ganaderas de gran tamaño, especialmente las porcinas, era uno de los asuntos críticos en los estudios territoriales. Viene, por tanto, de lejos el problema. Pero desde entonces no ha hecho más que crecer.

Eso sí. Nos encontramos ahora, tras la entrevista de Garzón con el Guardian, con declaraciones de todo tipo, que se refieren a:

  • La ganadería extensiva e intensiva (con todos los matices que hay que tener en cuenta en el debate. Garzón habló de “un mundo de matices”), y lo que suponen en:
  • El empleo.
  • Las afecciones al medio.
  • La calidad de la carne.
  • El maltrato animal.
  • La transición de un modelo de ganadería a otro.

Cualquiera puede entender que lo que dijo el ministro Garzón es razonable (me refiero a las declaraciones completas, sin trampa, que están colgadas en las redes sociales, y publicadas en los medios). Y también cualquiera puede ver que lo que se pretende con ellas es una transición paulatina hacia ese modelo ganadero, más cuidadoso y razonable. Con todas las matizaciones, repito, que un debate de este tipo exige.

Pero ahora todo se ha envuelto en una campaña electoral que tensa el debate al máximo y dificulta el razonamiento sosegado. Por ello no tiene sentido lo que plantean. El ministro Garzón está haciendo su trabajo y cumpliendo con su obligación: la defensa del consumidor. El debate que se ha abierto, y que se ha puesto sobre la mesa (y que, como decía, viene de atrás), es de agradecer. Y así lo han visto muchas asociaciones de ganaderos (que ya lo han hecho valer: “Garzón ten moita razón”), como por la población que pretende un futuro más sostenible.

Luego están, es cierto, quienes lo quieren desfigurara para aprovecharlo en la actual campaña electoral, para tensar al máximo el debate. Dificultando cualquier razonamiento sosegado. Y ahí está el PP: al lío. Sin pretender racionalizar nada.

Garzón habló: e hizo bien hablando.

 

 

 


1 comentario

Dejar un comentario