Blog de Manuel Saravia

Cuesta de la Maruquesa

Calles: Acera del Mirador, Barco de San Vicente, Buenavista, Calera, Camino Virgen de la Merced (parte), Carretera de Fuensaldaña (tramo), Peninsular, Rambla y Rincón de Buenavista.

Se trata de una parcelación creada a lo largo, fundamentalmente, del Barco de San Vicente, a principios del siglo XX. Entre el Camino de la Mona y el bloque de 4 plantas con que concluye el Barco, donde se contabilizan del orden de 150 viviendas (calculadas a ojo; ellos dicen que son 200 vecinos), se distinguen dos espacios. Las manzanas entre Virgen de la Merced y la Acera del Mirador (con Calera, Rambla y Buenavista, perpendiculares; y Peninsular, paralela a las primeras); y el apoyado en el desarrollo longitudinal del Barco.

Lo que se reclama en el primer grupo es, ante todo, la pavimentación de la calle Peninsular; y la limpieza de la zona. La calle Calera no está desarrollada hasta arriba. También piden zonas de juegos para los niños y niñas. Lo que se pide en el Barco son cuestiones muy concretas: situar de nuevo algunos contenedores de basura arriba (“para que las mujeres, ya mayores, no tengan que recorrer tanta distancia cargadas”); situar bancos a media altura en las principales rampas de acceso (“para que las mujeres que vienen con la compra desde la Victoria, como la Paulina, puedan parar a descansar”); que quiten un banco existente (frente al nº 11) porque constituye un peligro (se pueden subir niños y caer).

Piden más limpieza, eliminar ratas (“que no son de agua, son de campo”) y culebras; que se poden algunos árboles y arbustos que sirven de escondrijo a animales y algunas de sus ramas molestan al andar; que se limpien “las canaletas” que recogen el agua de lluvia de las laderas. El alumbrado funciona magníficamente, y lo cuidan muy bien; pero debería ponerse algo en la cuesta que sube desde Buenavista. También reclaman columpios en esta zona del Barco de San Vicente. Todos quieren que se cuiden las laderas, que están completamente abandonadas a su suerte. También piden que suba alguna vez la policía de barrio; o que el Servicio de Limpieza quite las hojas caídas.

No hay comercio alguno. Para desarrollar cualquier actividad de la vida urbana, aparte de la residencial (escolar, sanitaria, deportiva, comercial, cultural, etc.) hay que cruzar la carretera e ir a la Victoria. El ambiente es rural, de lo que (creo) se enorgullecen. Hay mucha vida de vecindad. Se están sustituyendo algunas casas. En la parte alta, al norte, se permiten dos alturas. El resto de las casas es de una planta, excepto los dos bloques de viviendas que cierran la zona: uno en la parte baja de Calera y otro al concluir el Barco, al norte. La urbanización de la zona del Barco no está mal, aunque es mejorable. La de la manzana de Peninsular es muy mejorable (de hecho, ya se ha dicho, esta calle está en tierra). El cruce de la carretera hacia el Canal es fundamental.


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