Blog de Manuel Saravia

La Florida como ejemplo

(Hilo 6)

Hay algunas actuaciones del urbanismo europeo a las que debemos atender. Hammarby Sjöstad (el puerto de Hammarby), por ejemplo. Se trata del desarrollo urbano más grande de Estocolmo, que fue concebido en 1990 y se completó en 2016 (está claro: en todas partes el urbanismo lleva tiempo). Ocupa 200 has. de un suelo que antes fue industrial y portuario, situado al sureste de Estocolmo. Allí, conforme a un plan redactado por los servicios municipales (el Departamento de Planificación Urbana, coordinado por Jan Inghe-Hagström), se han construido cerca de 10,000 viviendas. Los edificios tienen una altura media entre cinco o seis plantas, y se organizan en manzanas semiabiertas. Un eje posterior, peatonal y verde, enlaza las traseras de las manzanas, y concentra los equipamientos locales. (Abajo, distintas imágenes del área).

En Valladolid, el sector de La Florida se propuso como suelo urbanizable en el PGOU de 1984 (hace, por tanto, 37 años). Pero no tuvo éxito entonces. Y tras la actualización en 1997 de aquel PGOU,  tampoco se desarrolló. Ni en el PGOU de 2004, cuando volvía a preverse con las mismas características. Lo cierto es que todo está a favor de que se urbanice. Se encuentra rodeado por el suelo urbano en todos los flancos. Pero es necesario impulsar la tramitación. Es uno de los sectores de mayor tamaño de la ciudad, con 46,2 has. de superficie (a las que hay que sumar, a efectos de aprovechamiento, otras 33,6 has. de sistemas generales). En ese ámbito, más del 50% del uso residencial previsto (del orden de 3000 viviendas) está destinado a vivienda protegida. Y debe recordarse que el Ayuntamiento de Valladolid es el mayor propietario del ámbito, con el 37% del suelo. Se ha considerado oportuno impulsarlo mediante el sistema de cooperación, por medio de la Sociedad Municipal VIVA (un «medio propio» del Ayuntamiento, cuyo objeto social lo califica como idóneo para llevar a cabo esta gestión urbanística; que se aprobó mediante encomienda de gestión, por decreto nº 2020/3385, de 27 de mayo de 2020).

En 2008 se aprobó el plan parcial en el que se establecía la ordenación urbana del terreno. El coste previsto de la urbanización ascendía a unos 25 millones de euros. El proyecto de actuación será elaborado por VIVA, en conformidad con el resto de los propietarios del área (mediante el sistema de cooperación), como se ha dicho. Pero el desarrollo del Proyecto de Urbanización se irá definiendo según la demanda de las viviendas que se vaya produciendo. (Un inciso: debe indicarse pronto que en el ámbito se encuentra el poblado denominado de Juana Jugan; su población se reintegrará mediante un proyecto educativo, social y de vivienda).

 

En ese contexto, se ha previsto que el diseño de la urbanización se desarrolle mediante un concurso público. Contrastando y evaluando distintas ideas, presentadas de manera anónima, para recoger la mejor proposición urbanística y paisajística, que permita redactar posteriormente el proyecto definitivo de urbanización. En principio se han previsto los siguientes criterios (consultados con los colegios profesionales de arquitectos e ingenieros de caminos, canales y puertos), si bien tan solo como sugerencias de diseño indicativas del tipo de urbanización que, a título meramente indicativo, se espera para la zona.

  1. Identidad, carácter. Con carácter general, se quiere que el nuevo barrio cuente con una identidad bien definida. Singular. Que partiendo del plan parcial aprobado (en lo que se refiere a la ordenación de manzanas, usos y edificabilidades) puedan aplicarse en él una diversidad de diseños urbanos y elementos paisajísticos que tiendan a crear un espacio urbano amable, funcional y sostenible, con carácter propio.
  2. Referencias de diseño. Debe considerarse, en principio, el “urbanismo con perspectiva de género” (“pensar, observar, analizar, planificar, proyectar y mantener las ciudades desde y para las mujeres, pero no de manera exclusiva ni excluyente”). También pensar y organizar la ciudad desde la perspectiva del niño y de la niña (considerar la zona, de alguna forma, como una “Cittá dei bambini”). Y por supuesto, atender de forma prioritaria a las necesidades de las personas mayores. Finalmente, pensar en “la última ciudadana” como referencia del diseño. Quienes más exigencia tienen de que el espacio urbano los acompañe y colabore con su vida y actividad.
  3. Relación con el plan parcial. En el plan parcial del sector, aprobado definitivamente en 2008, redactado por Alberto López Merino y Gerardo Méndez Pascual (propiedad: Urbagest) se definían las características del espacio urbano y se condicionaba la urbanización. Las condiciones de edificabilidad y edificación, alturas, usos, etc. han de mantenerse. Pero en el espacio de las calles y parques la libertad de diseño es total. La superficie total del sistema viario suma 23,2 has. en total. Sobre esa superficie, además de las 5,57 has. del sistema de espacios libres, parques y jardines, se centrará el diseño del concurso.
  4. Consideraciones de diseño. El plan parcial de la zona ya está hecho y asumido, como se ha dicho, y no se persigue, en principio, su modificación (al menos en sus parámetros esenciales). Pero han transcurrido 13 años desde su aprobación definitiva, y conviene revisar y actualizar sus propuestas. Que en buena parte pueden adecuarse mejor a los años presentes actuando únicamente sobre la urbanización. No tanto para buscar la innovación (no es delito proponer soluciones ya contrastadas), como el interés y la adecuación a las necesidades contrastadas. Preocupándose, para ello:

– En la determinación de un espacio crítico, central, que sirva de referencia a todo el ámbito.

– Focos y ejes de actividad. Establecer secuencias de espacios jerarquizados. Y en todos, fomentar la multifuncionalidad de los espacios públicos. Integrar los principales focos de actividad (tiendas, colegios, lugares de trabajo) en el interior, con mezcla de usos y próximos a paradas de transporte público.

– Minimizar la superficie destinada a tráfico rodado motorizado. Plantear zonas libres de coches o con tráfico reducido de dimensión suficiente.

– Recorridos peatonales y ciclistas. Un sistema de espacios públicos interconectado por redes peatonales y que proporcione diversidad de secuencias espaciales. Posible utilidad del concepto de supermanzana.

– Diseñar una red atractiva de vías ciclistas que permita una circulación rápida más allá de la escala de barrio.

– Determinación de paseos y espacios para niños y niñas. Ofrecer zonas para que los niños puedan experimentar personalmente el entorno natural y tomar conciencia del mismo.

– Protección del sol, del frío y de la lluvia en el espacio exterior. Proporcionar una infraestructura de apoyo a los peatones (por ejemplo, con protección continua frente a la lluvia, arquerías, pasajes, soportales, zonas cubiertas a lo largo de las rutas principales, así como bancos y asientos).

– Estudiar la posible concentración de las zonas de aparcamiento en aparcamientos (públicos o privados) a escala de barrio, a una distancia razonable de las viviendas y no en la misma puerta o incluso en el interior de la edificación.

– Organizar el sistema logístico de barrio (centros de recogida y distribución,) que incluya un sistema de entrega a domicilio y emplee vehículos que usen combustibles alternativos (electricidad de fuentes renovables o hidrógeno).

– Interurbanizar. Establecer un mosaico de piezas diferentes, con 8 o 10 vecindades diferentes, con límites claros.

– Locales, mercados, y evitar el “desierto alimentario” (explicarlo).

  1. Observaciones sobre las infraestructuras.

– El urbanismo subterráneo del sector habrá de responder a cuatro tipos de solicitudes: el ciclo del agua (suministro de agua potable, riego, alcantarillado y drenaje), la energía (alumbrado público, gas y electricidad), comunicación (telefonía básica y cable, comunicación, semáforos), y residuos (compostaje, basuras). La respuesta en cada uno de ellos dependerá de los sistemas de gestión establecidos o propuestos (que a su vez determinan soluciones técnicas y materiales), por un lado; y por otro a las exigencias de coordinación, de compatibilización de cada uno de los servicios en el espacio reservado para los mismos en la calle.

– Obviamente se ha de prever el empleo de lámparas de bajo consumo en los espacios públicos.

– Las redes de comunicación (el servicio de Internet), conforme a los requisitos técnicos al uso.

– Integrar las zonas dedicadas a la recogida y almacenamiento de residuos (contenedores, etc.) en la estructura urbana para garantizar un acceso eficiente de los vehículos de recogida.

– Estudiar la posibilidad de establecer redes de suministro de energía centralizadas en el ámbito del barrio.

– Ofrecer posibilidades para el compostaje y la reutilización de residuos orgánicos.

 

  1. Elementos básicos.

– Recurrir a elementos de ajardinamiento basados en la presencia visual del agua de lluvia para proporcionar experiencias sensoriales que incrementen la calidad de los espacios públicos, que mejoren el confort urbano y que contribuyan a que las personas tomen conciencia de la importancia del ciclo del agua.

– Generalizar el uso de pavimentos filtrantes. Aumentar la capacidad de absorción del suelo urbano (y su capacidad para filtrar las emisiones contaminantes) mediante especies vegetales.

– Presencia notable de pavimentos blandos, con hendiduras, etc. Y ofrecer espacios cómodos donde sea posible tumbarse cómodamente y a resguardo, relativamente protegidos (también de la circulación).

– Materiales ecológicos. Maximizar el uso de materiales no tóxicos y respetuosos con el medio ambiente.

– Importante presencia del agua, del arbolado de distinto porte, y estudiar cuidadosamente las zonas de contacto de la calle con los edificios. Prever, en lo posible, pequeños estanques para recoger el agua de lluvia para su uso en riego de jardines.

– Reverdecimiento general. Continuidad con el campo. Utilizar sistemas eficientes de riego para las zonas verdes. Principios de xerojardinería. Usar preferentemente especies vegetales con poca necesidad de agua. Frutales, trepadoras, vegetación espontánea, huertos. Prever incluso la presencia de animales.

– Conservar hábitats flora y fauna existente, y si es posible, mantener también edificaciones existentes.

  1. Algunos detalles.

– Especial hincapié en la eliminación de barreras y en la pacificación del tráfico. Fronteras y transiciones bien estudiadas. Potenciar el uso del espacio en torno a los árboles de gran porte.

– Cuidar el emplazamiento de los bancos y los distintos tipos de asientos del espacio público. Atención a las distintas funciones de las escaleras en el espacio urbano.

– Cuidar la ubicación de los contenedores y del posible espacio de compostaje.

– Prever el espacio de las paradas de autobús que forme ámbitos públicos. Relacionadas con otros usos (bares, lugares arbolados, venta de prensa, etc.), con bancos, en los accesos al barrio.

– Marcar de alguna forma los accesos al barrio. Con elementos construidos o de diseño. O con elementos de arte público.

– Cuidar el color. Y defender los colores cálidos. No exagerar con los negros ni con los grises.

– Matizar la luz de unas y otras zonas mediante toldos, marquesinas, soportales, pérgolas….

  1. También se podrá.

También se podrá (aunque sean determinaciones propias del plan parcial, no del proyecto de urbanización) sugerir ajustes del siguiente tipo:

– Controlar los usos comerciales para evitar “desiertos alimentarios” y para buscar centros de actividad. Proporcionar el establecimiento de comercio minorista para las necesidades cotidianas que sean fácilmente accesibles a pie.

– Establecer soportales.

– Cuidar la mejor accesibilidad al equipamiento social.

– Atención a los alojamientos de Juana Jugan, en coordinación con los Servicios Sociales y Viva.

  1. Atención a los costes y el mantenimiento de lo propuesto.

Se valorará el interés funcional de la propuesta. Y su interés ambiental. Se analizará la integridad y coherencia constructiva. Pero se estudiará especialmente:

– Que el coste no supere los estándares habituales. No se considerarán las propuestas que se separen de los costes normales, habituales, de urbanización de áreas residenciales. Se tomarán como referencia las últimas urbanizaciones realizadas en Valladolid.

– Y que el mantenimiento sea sostenible y con un coste razonable. Que sea fácil y de coste también normal, habitual, el mantenimiento de la urbanización proyectada.

Tanto el contenido de la propuesta como la presentación de los trabajos se establecerán en la definición del concurso. Como también se definirán en su momento premios, composición del jurado, etc. En estos momentos se está analizando la propuesta de concurso por los servicios jurídicos municipales.

Y ante todo ello, y para esta área, se prevé desarrollar el concurso en 2022, y elaborar los proyectos de actuación y urbanización, y con ellos conseguir impulsar definitivamente la actuación en el sector. (Por cierto, cabe recordar que también se trabaja en el desarrollo urbanístico de otros ámbitos, en Las Flores, o en la Cañada Real -sector 39-01).

(Imagen del encabezamiento: Vista de Hammarby Sjöstad, procedente de www.plataformaarquitectura.cl/cl/799017/)

 


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